La rápida expansión de la gripe A ha puesto bajo la lupa al tráfico aéreo como vehículo eficaz del virus. Conscientes del perjuicio que ocasiona en la salud, sumado al que ya afectaba las líneas aéreas la crisis mundial, muchas aerolíneas han comenzado a tomar medidas de precaución.
Así Southwest y Virgin American, por ejemplo, pondrán a disposición de los pasajeros alcohol en gel para las manos, toallas desinfectantes descartables y barbijos pero… de ahora en más evitarán proporcionar almohadas y mantas como forma de evitar la propagación del H1N1.
Si bien no se sabe a ciencia cierta si mantas y almohadas son realmente, un factor importante en la transmisión de la gripe, las compañías han extremado sus medidas preocupadas por la salud de sus pasajeros y, por qué no, de su afectada economía.
